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Misterio, Sacramento y Rito

Publicado: marzo 10, 2007 de alcion en La Tradición

sun_clouds.jpgEl RITO tiene que ver siempre con el aspecto final de un secreto cósmi­co que se revela a través del Sacramento; quizás podríamos decir que la expresión más gráfica la tenemos en el Cáliz y en la Hostia. El Cáliz es siempre el soporte, siempre es el aspecto ritual de la ceremonia; en cam­bio la Hostia siempre nos habla del Sacramento, de la Eucaristía –hablando en términos no cristianos sino esotéricos— en un sentido superior. Y aquella fuerza que inunda de Luz la Hostia, ¿qué es? Es el Misterio; es lo que tiene realmente una expresión para nosotros, que debe llevarnos y conducirnos íntegramente a la búsqueda de la Verdad; una Verdad que está en la unificación del Rito, del Sacramento y también del Misterio. Se nos habla del Misterio Iniciático, en todo caso, ya vemos que el Misterio consta siempre de varias etapas: el Misterio en sí que es la Voluntad de Dios, de la Mónada que trata de revelarse; el Sacramento que es el Ego que está tratando de acomodarse noblemente a la fuerza de la inspiración de la Mónada; y tenemos después la Personalidad, que es el cáliz donde ha de vertirse místicamente a través de la evolución, el Misterio a través de un Sacramento especializado, específico. Ahora bien, nos encon­tramos siempre ante la duda de cómo se opera en el Espacio y cómo nosotros podemos operar en el Espacio sin crear un antagonismo entre los componen­tes de nuestro Ser y los componentes del Espacio que nos rodea. ¿Cómo podremos ser MAGOS? Y ser Magos en un sentido plenamente espiritual, siendo precisamente unos artífices del gran momento que estamos viviendo, este momento es crucial y nos encontramos enfrentados ahora, ante el dilema de aprovechar nuestros conocimientos de la Magia, para operar como magos dentro del cuerpo social dentro del cual estamos inmersos; es como si les solicitase el trabajo de alumbramiento. Ustedes deben nacer a la vida es­piritual, y hacerlo de una manera en la cual el Misterio y el Sacramento sean la misma cosa, y que la Liturgia, que son los actos que realizan, no tenga una contraposición con el Misterio ni con el Sacramento. Estoy hablando de todo cuanto estamos realizando a través de las meditaciones, a través de los esfuerzos, a través del yoga, a través de nuestra Voluntad al Bien para comportarnos como verdaderos ciudadanos del Reino de Dios.

Esto es la Magia, no existe otra Magia; porque no existe una demagogia, sistema político para explicar cosas que estamos tratando de realizar y que constituyen la base de nuestra propia existencia espiritual, una espiritualidad que todavía no hemos llegado a comprender en su absoluta base de Misterio. Conocemos quizás una especie de Sacramento, quizás hemos tenido alguna vez algún contacto con el Ego, el Alma del Sacramento. Pero, ¿cuál es la Liturgia que debe representar esta fuerza, este Sacramento que a su vez es la fuerza mística del propio Misterio que tratamos de revelar? Entonces si ustedes piensan correctamente, si tratan de hacerlo con to­da honestidad, si ustedes viven íntegramente o tratan de hacerlo, dentro de los cauces de una verdadera conmoción social, ustedes están actuando con la gran Liturgia Cósmica, porque la Liturgia en el acto creador, y los actos del hombre, las palabras del hombre, sus pensamientos, sus deseos son la Liturgia y esta Liturgia debe estar a la altura del Sacramento del Ego, del Yo Superior o Ángel Solar, y esto naturalmente es un desafío a nuestra conciencia de investigadores.

No se trata solamente de aprender muchas co­sas, ni saber mucho acerca de la Magia, y sin tener dentro de nosotros la fuerza mística de la propia Magia, que es la Magia de la acción, que es la Magia del sortilegio, que es la Magia de la música, que es la Magia de to­do cuanto constituye lo más noble de nuestro ser.

Si estamos pendientes de ese trabajo, si vivimos de acuerdo con esta mística realidad, si tratamos de comportarnos dignamente como Magos Blancos entonces asistiremos a un despertar social. No sólo al despertar de nues­tra pequeña vida personal llena de ceremonias místicas, o llena de litur­gias o llena de ritos, sino que nos haremos Señores de los Sacramentos y más adelante a través de la Iniciación nos haremos Señores de la propia mística del proceso, del Misterio de la propia Divinidad. Llegando aquí, la Mente queda herida por estas ráfagas de Luz que surgen de la propia Con­ciencia de iluminación, vemos claro lo que es la iniciación, este proceso mágico que tiene que ver con la Voluntad de Dios de Ser, con la Voluntad de Realizar del Ego y con la expresión de la Liturgia a través de la personalidad en los tres mundos.

Vivente Beltrán Anglada. Extracto de una conferencia.